Crecí en un pueblo donde
la gente vive del campo y la caza, está lleno de insectos los cuales
observaba cuando era pequeña. Mi vida era muy sencilla comparada con la de mis
familiares "citadinos" creía que me perdía de mucho, creía que las
ciudades eran maravillosas, y lo son pero pensaba que mi pueblo era aburrido. Crecer
rodeada de animales y costumbres que me parecían tan naturales era algo
insípido quería vivir la vida interesante de aquellos que tenían la suerte de
vivir en la ciudad. Ahora vivo en la ciudad y creo que fui muy afortunada al
tener la oportunidad de crecer en un lugar en el cual podía jugar sin ser
vigilado, podía recorrer todas las calles sin necesidad de ir acompañado, podía
ver a mi amigos sin tener que pedir permiso, solo tenía que salir al patio de
mi casa saltarme un pequeña barda y eso era todo. Tenía todos los materiales
para hacer una casa de árbol y así lo hicimos, había un estero con agua verde
para nadar. Pasaba horas, días y semanas observando el ir y venir de las hormigas sin importar el tamaño, color o intensidad de su mordida encontrar de donde provenían era una de mis actividades favoritas, siempre admiré la fauna a mi alrededor escondida entre paisajes desérticos y siempre odié en maltrato hacía los seres vivientes que no fueses humanos.
No puedo evitar pensar que tipo de vida que como hemos elegido no ha sido la correcta.
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